PLÁSTICO, UN PROBLEMA DE CONCIENCIA
Un material sintético derivado del petróleo, con distinciones que lo resaltan de otros. Posee cualidades que, al ser difíciles de conseguir, lo convierten en único y para muchos irremplazable. Es un elemento con una gran versatilidad, liviandad y maleabilidad. La resistencia al frío, a la degradación biológica y a la ambiental son unas de las ventajas que este material ofrece. Sin embargo, la última mencionada ha mostrado otro filo del tan común plástico, llevando a la luz la carta del problema en el que se ha convertido o lo hemos convertido.
El uso del plástico cada vez es un tema que se torna más importante , desde su producción masiva en los 90 hasta ahora. Su uso se ha considerado muy útil y necesario, pero en estos últimos años se ha empezado a cuestionar los efectos que este puede traer. La organización de las Naciones Unidas reveló que se produce más de 400 millones de toneladas de plástico cada año.
Las cifras han sido alarmantes y el número de especies muertas por el plástico también han generado controversia. Pero realmente, ¿qué hace que se considere el plástico como un material para tomar precaución? La respuesta es que este material puede tardar hasta 600 años en degradarse. Es decir, la botella de plástico que usaste 20 minutos para almacenar tu bebida, contaminará el ambiente y matará especies hasta después de tu muerte e inclusive luego de cinco generaciones más.
En la ciudad de Barranquilla, Colombia, el panorama no es nada alentador: una encuesta realizada a 111 personas permitió conocer que 98% usa el plástico con frecuencia y el 45% lo maneja a diario. La Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos (RCCCV) reveló que un colombiano genera a diario 0,90 kilos de residuos sólidos y Barranquilla ocupa el primer lugar, dentro de las ciudades que más residuos producen, con 1,20 kilogramos de basura por persona al día.
Cualquiera que sea la forma en la que se use este elemento, se debe ser consciente que su recorrido no acaba cuando termina su utilidad o funcionalidad. El camino futuro es largo, cada vez más alarmante y de interés de todos. El periódico El Heraldo, en abril de este año, informó que se han hallado 5 islas de basura formadas por microplásticos, 2 de ellas se encuentran en el Pacífico, 2 en el Atlántico y 1 en el Índico. “Existen registros de más de 270 especies que han quedado enredadas, y más de 240 especies que han ingerido plásticos a través de alimentos y agua". National Geographic.
ES TIEMPO DE RESPONSABILIZARNOS
El problema del plástico no puede ser ajeno a nadie, incluso llegan residuos de este nuevamente a tu cuerpo, mediante la ingesta de alimentos o líquidos que han sido contaminados con este material. “Un informe científico calcula que cada persona ingiere unas 100.000 partículas de microplásticos al año, es decir, unos 250 gramos de residuos”. La Vanguardia, Joaquim Elcacho.
Pero realmente, ¿por qué se sigue usando plástico a pesar de que cada vez se conocen los daños que este material puede causar a largo plazo? Al analizar la bomba de tiempo en que se ha convertido el material que parecía tener todas las características a su favor, se logra ver el papel relevante de varios entes del problema. La industria de los restaurantes y sus consumidores son pieza fundamental y que en gran magnitud genera la demanda necesaria para que la industria/ problema del plástico, principalmente el de un solo uso, siga vigente, aun cuando se conoce el daño casi irreparable que provoca.
En el proceso de investigación del tema y sus protagonistas, se censaron varios restaurantes en un centro comercial en
Barranquilla: Michelas, McDonald, Mandolina, Mis Carnes, WokoWoko, Salvatores, Sr. Wok, Presto, Don Jediondo, Burguer Me, Arana Express, Baraka, KFC, Qbano, Sushijana, Che Boludo, Bendito burrito, Frisby, Fiorella, Subway, Central Burguer, Full Arroz, La Terraza de la Casa y Dany Rockers.
Los resultados encontrados, no sorprenden y reafirman todo lo planteado anteriormente. De 24 restaurantes consultados (muchos de los cuales son cadenas nacionales e internacionales) solo uno no utiliza plástico, Mis Carnes. José, empleado de Mis Carnes, aseguró que los pitillos contaminan el medio ambiente, “por eso la empresa decidió pasar de pitillos de plástico a pitillos de papel. Además, nos dan la orden que preguntenos si lo quieren o no lo quieren, porque hay personas conscientes que mientras esto mas ande en la calle, más contamina”. Los otros 23 restaurantes hacen uso del plástico en alguna o varias de sus múltiples formas.
De la totalidad de restaurantes censados 15 usan pitillos de plástico. Solo cinco de ellos manejan otras opciones, pitillos biodegradables o de papel, que cumplen la misma función pero son más amigables con el medio ambiente y con nosotros mismos. El aporte al cambio en beneficio del planeta es por parte de cuatro restaurantes, que optaron por no usar pitillos. Sin embargo, la felicidad no es completa, ya que disponen de este material en otras presentaciones.
El producto de la observación de los comensales y los materiales que se encontraban en sus mesas, mantiene relación con los hallazgos del censo a los restaurantes. De 35 mesas analizadas, 30 de ellas tenían plástico. La gran versatilidad de este material permite su diversificación. Dentro de las múltiples formas encontradas predominan los vasos de salsa, botellas, guantes y pitillos.
Además, se encontró que los usuarios de lugares como plazas de comidas en Barranquilla, epicentros de contaminación, no tienen una cultura de reciclaje, ni practican de hábitos que permitan la clasificación y un buen manejo de los elementos contaminantes. “Hay unos que otros; sí saben botar la basura donde es, como hay otros que lo revuelven y lo aplican donde no es”, manifiesta Luis, un trabajador de la empresa de aseo “Sosty”. Dejando en evidencia que hay una ausencia de conocimiento y cultura ciudadana en el ámbito ambiental.
¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO?
Ya son más de 14 países que prohibieron el uso del plástico de un solo uso y hay otros que en su totalidad no lo han abolido pero han empezado a cobrar multas o más dinero al usar este material. Esto se hace con el fin de disminuir su uso y de incentivar a las personas por medio de campañas a usar lo menos posible el plástico. En Colombia, el congreso presentó un proyecto de ley que prohibirá el uso y comercialización del plástico de un solo uso a partir del 2030. Durante este transcurso de tiempo previo las empresas y comerciantes de plástico deberán buscar alternativas no contaminantes ni nocivas para la salud.
¿Qué se está haciendo en Barranquilla para combatir esta problemática? En el ámbito pedagógico se están realizando diferentes estrategia para concientizar a las personas. Barranquilla Verde, ente encargado de la protección de los recursos naturales y la sostenibilidad ambiental en la ciudad, dio a conocer que se están realizando diferentes campañas que buscan generar cultura ciudadana en torno a la disminución de la contaminación ambiental.
La representante de Barranquilla Verde, Shirley Mier, afirmó que uno de sus proyectos, sobre el tema del plástico, se enfoca en colegios de la capital del Atlántico, en el cual enseñan a los niños a realizar buen proceso de manejo de desechos e incentivan el reciclaje, promoviendo así el cuidado del medio ambiente. “Tenemos una estrategia ‘El Cuento Ambiental’ donde el tema es el plástico. Cómo hacer para que nosotros podamos utilizarlo mejor”. Aparte de esto, se están haciendo diferentes asesorías y capacitaciones para los recicladores: “Ellos antes eran bodegas y ahora los hemos convertido en asociaciones”.
Otros grupos conformados por líderes ciudadanos han empezado a realizar campaña en donde realizan actividades para generar un cambio ambiental. Una de estas es Ecomundo, que ha desarrollado actividades tales como la recolección de basura con el fin de limpiar las playas de la ciudad.
De igual forma, existen materiales, que aunque con un mal uso se pueden convertir en desechos también, su impacto negativo sobre el medio ambiente y los seres humanos es menor. Muchos provienen de materias prima originadas en la naturaleza, por lo que al convertirse en desechos, son más compatibles con la naturaleza y pueden volver a ella.
Como nos informa Daniela Montes, ambientalista y creadora de Tu Mundo Eco, una de las alternativas para reducir el uso del plástico son los pitillos de acero, que se pueden lavar y seguir usando por más de una vez. Así mismo, los cubiertos y utensilios para comer metálicos o de madera, que te permiten reducir la basura que produces. Por otro lado, hay personas que se rehúsan a usar elementos que no sean desechables, pero para ellos existen productos, como vasos y recipientes hechos a partir del almidón de maíz que son 100% naturales, aunque generan un residuo. También pueden considerar los pitillos de papel, que son más amigables, ya que se pueden degradar.
A pesar de que todavía la ley que prohíbe los plásticos no está vigente, diferentes medidas han empezado a funcionar para disminuir el uso de este material. Sin embargo la utilización del plástico sigue siendo opcional y la hora final pasa a un segundo plano: la elección de las personas. El problema se evidencia porque a pesar del conocimiento del daño que causa este material las personas lo siguen usando y no han tomado conciencia ni cultura ciudadana. El cambio empieza individualmente y si no hay iniciativa propia , difícilmente se empezará a crear un impacto colectivo.
